miércoles, 21 de febrero de 2024

Reflexión sobre Actuaciones Coeducativas en mi entorno Profesional Educativo

Esta entrada tiene como objetivo dar respuesta a una actividad reflexiva sobre las actuaciones coeducativas en mi entorno profesional educativo; en el marco de la formación "Educación para la igualdad (3ª edición)" del INTEF. 


En la actividad se requiere de una reflexión, profundizando en las dificultades y oportunidades que encuentro para la puesta en marcha de las diferentes actuaciones coeducativas de éxito en mi centro educativo. 

Dado que no trabajo a diario en un centro pero, que si realizo actividades psicoeducativas en los mismos, voy a realizar mi análisis tomando como referencia los 27 centros en los que he trabajado en el Campo de Gibraltar y de los cuales, aunque muy diferentes todos, voy a tratar de homogeneizar impresiones que he obtenido durante el trayecto de mis actividades dentro de dichos centros.

A su vez el análisis hará referencia sólo al 6to grado de educación primaria, en donde he puesto el mayor énfasis. 

Por último, realizaré un desglose DAFO para cada una de los cuatro aspectos solicitados, esto es:


1. Usar lenguaje no sexista.

2. Fomentar la participación igualitaria de chicos y chicas en el aula.

3. Hacer un uso alternativo del patio.

4. Incluir saberes de la vida cotidiana (cocina, por ejemplo) en las clases.









Breve Reflexión:

Es largo el camino que queda para ver a la sociedad librarse del estigma del sexismo. La educación en un lugar como el Campo de Gibraltar tiene tantas aristas discriminatorias, que a veces da la sensación de ser inaccesibles.

Por un lado aquí convergen, en una población de menos de 150.000 habitantes, más de 120 nacionalidades. Es un espacio geográfico de doble frontera con África y Gibraltar.

Multiculturalidad, diferentes religiones y una constante guerra contra el narcotráfico, hacen que en la aulas el tema de la igualdad pase un poco por debajo de la mesa.

Pienso que la educación en igualdad debería formar parte del currículo de las instituciones educativas.  Integrar a alumnos y alumnas en el análisis crítico de los materiales educativos, ofrecer incentivos por la contribución de dichos análisis, deconstruir el machismo desde la motivación.

Equilibrar una sana masculinidad con los beneficios que esto traería.

Concienciar acorde a la edad de desarrollo, de las ventajas que aporta la igualdad de derechos en la vida de las personas.

Premiar, reforzar y alentar las conductas reivindicadoras de la igualdad de oportunidades, desde los pequeños gestos, hasta las acciones de mayor impacto.

En una ocasión, mientras realizaba una actividad experiencial en un aula, una niña de 6to grado empezó a llorar en medio de un ejercicio de meditación de pie, que buscaba identificar ciertas emociones de forma guiada. Al compartir su experiencia con el grupo un niño riendo dijo que ella siempre lloraba, que las mujeres eran unas lloronas. Otro niño del aula le dijo que estaba equivocado, que las mujeres eran mas valientes que los hombres y pronto el debate cobró fuerza de un lado y otro. El docente zanjó el asunto diciendo que los niños lloraban menos porque conectaban menos con sus emociones.

Yo observé y decidí intervenir a través de una pregunta.

¿alguien le ha preguntado a …. por qué lloraba? Nadie lo había hecho. Cuando le pregunté a la niña dijo que durante el ejercicio meditativo había sentido mucha felicidad y que lloraba de alegría.

Nadie habló más sobre quién lloraba más y quién no.

Al final de la actividad un niño se paró y le preguntó a la niña cómo podía él llorar de felicidad también. 

Yo pedí un aplauso para este niño y el se quedó muy extrañado. Yo le expliqué que él había podido ver más allá del niño o niña y había conectado con el ser humano, porque se había dado cuenta que podía ser más feliz.

En fin, siento que reforzar puntos de vista que transmiten las ventajas de la igualdad de derechos a veces es más útil que anclarse en el problema.













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